• Tienen consecuencias las contusiones que provocan lesiones en el aparato auditivo de los menores.
POR LA EDACCIÓN / 25 de abril de 2023
Toluca, Estado de México.- El ruido es un contaminante que impacta en la salud de las personas, por ejemplo, en la calidad del sueño, así como en la capacidad auditiva y de comunicación, describió audióloga del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).
Agregó que en los últimos años se ha incrementado en 3 por ciento la población de niños y adolescentes con lesiones auditivas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La experta explicó que en décadas pasadas los niños no estaban tan expuestos a sonidos de alta densidad como lo están ahora con los aparatos electrónicos, y que, en la actualidad, éstos han tenido un gran impacto de manera conductual en la capacidad sensorial.
Los niños que usan más de dos horas audífonos a un volumen elevado, mayor a 50 decibeles, nivel de ruido normal, equiparable al sonido de un electrodoméstico poco silencioso o una calle poco transitada, son más propensos a desarrollar una lesión auditiva a largo plazo.
“Entre más agudo es un sonido mayor es la lesión que provoca a las células sonoras, y son estas las primeras que se van perdiendo a edad temprana”, abundó.
La audióloga informó que los niños van a conciertos, donde los decibeles alcanzan los 100 o 120, lo doble de la media recomendada y esto puede causar una lesión inmediata mucho más rápido que en un adulto.
Por ello, mencionó que un niño menor de cinco años debe evitar acudir a este tipo de eventos, y si lo hace, deberá utilizar protectores auditivos.
Agregó que el oído termina su desarrollo en el primer año de edad, cuando el nervio sensorial madura, sin embargo, las células son más sensibles en niños que en un adulto.
De igual manera, descartó el uso de isopos para la limpieza de oídos, porque pueden lesionar la membrana timpánica al introducir demasiado este instrumento, por lo que recomienda hacer la limpieza únicamente con una toalla después del baño, ya que el cerumen en nuestros oídos es una parte protectora del conducto auditivo externo.
Para finalizar, recomendó no aumentar el volumen a más del 50 por ciento del límite permitido en aparatos de audio, evitar audífonos de inserción en adultos, de preferencia utilizar diadema y hacer descansos entre una hora y otra de por lo menos 10 minutos o no exceder las dos horas continuas. En el caso de los niños erradicar su uso.